Camilo Antileo: “A nadie le conviene que a un artista mapuche le vaya bien” (Video Oficial)

El joven cantante Camilo Antileo nos presenta su primera producción musical, el EP titulado “Hoy”. Además nos habla de su vida y las luchas que ha tenido que dar por ser mapuche.

Camilo Antileo es un joven de 23 años que a los 17 tomó la decisión de ser músico. Dice que es la mejor decisión que ha tomado, pero ese fue el inicio de una incansable lucha de al menos seis años, en donde reconoce que muchas puertas se le cerraron solo por el hecho de tener un apellido mapuche. Aun así, ha logrado publicar exitosamente sus sencillos “distorcióname” y “voraz”, para presentar hace pocos días su EP titulado “Hoy”, el que califica en un comunicado publicado en la página de su sello como “un triunfo de la autogestión por sobre la religión del dinero”.

Conversando con él, afirma que ha sido discriminado por su ascendencia mapuche y se califica a sí mismo como un ser libertario, que no está dispuesto a “dejarse colonizar” ni por las fuerzas conservadoras del capitalismo, que le imponen que se aleje de lo que realmente es, pero tampoco de aquellos que quieren encasillarlo en la categoría de “música mapuche”.

¿Cómo surge el interés de empezar a hacer música y no solamente de reproducir cosas ajenas?

El 2008 estaba terminando y tenía la necesidad de decir cosas y se me ocurrió que tenía que ser mediante canciones. Había una guitarra en mi casa y comencé a componer canciones que al principio no le gustaban a nadie, ni a mis amigos, o sea, fue un proceso de aprender a cantar, a estudiar de forma personal y también con profesores. Así comencé a hacer canciones y viví un proceso de seis años en donde se me cerraron las puertas muchas veces por mi apellido, hasta que logramos publicar este primer trabajo.

La carrera para llegar a lo que tienes hoy, tu mismo dices que ha sido difícil. Tu dijiste en un comunicado que el EP que estás presentando ahora es un triunfo de la autogestión sobre la religión del dinero…

Es así, porque nos dimos cuenta luego de dos o tres años de tocar puertas, que en realidad no nos las iban a abrir. Era así. Entonces tuvimos que crear plataformas nosotros para poder entrar a tener un trabajo discográfico, así que invertimos de nuestro dinero para crear un estudio, en estudiar en la universidad, en entender que la autogestión no solo tiene que ver con pedir cosas prestadas sino que en cómo levantamos recursos para un objetivo en común. Tuvimos que darnos pajas intelectuales sobre qué es la autogestión y una vez definido eso levantamos un sello discográfico que se llama Epifanía.cl, del cual yo soy el encargado de comunicaciones, además de músico. Eso es básicamente lo que tuvimos que hacer para poder sacar este EP, o sino estaríamos aun golpeando puertas.

En ese mismo tema de la autogestión, ¿cómo crees tu que compite un artista que está en un sello como Epifanía u otros sellos autogestionados comparado con este mercado musical que está instalado en chile y que tiene su base en grandes transnacionales?

Es que yo no estoy tan de acuerdo con la lógica que impone el mercado. Es cierto que todo esto de la música se ha vuelto un mercado industrial, pero creo en un mercado a escala humana que puede superar al otro. En ese sentido, cuando las farmacias se coludieron hace un tiempo atrás, nos dejaron en evidencia que mientras más competencia había no necesariamente había mejor oferta. Cuando los pollos compiten, se coluden; cuando los supermercados compiten, se coluden. Entonces la competencia en realidad es bien ficticia, porque en realidad no existe, hay colusión más que competencia. Las radios, por ejemplo, en las radios los apellidos pesan más que cualquier cosa. También pesan los sellos, la plata que hay detrás, son todas colusiones, entonces nosotros no queremos entrar en la lógica de ese tipo de competencia, sino que en la lógica de la colaboración. No estamos ni ahí con ganarle a nadie, no vamos a perder tampoco, estamos acá creyendo que este es un pequeño triunfo de la autogestión solo por existir. Y eso tiene que ver con una cuestión más existencial, porque yo estoy acá porque la música me hace feliz, no para hacerme famoso o ganar un grammy, este es mi relato del universo en un disco.

Uno de los motivos por los que se te han cerrado puertas, dices tu, es por tu apellido mapuche…

Si, el tema es super simple. En El Mercurio, por ejemplo, entre poner un artista mapuche o uno no mapuche, prefieren al segundo. A nadie le conviene que a un artista mapuche le vaya bien, porque mi pueblo está pidiendo el derecho a la autodeterminación, está incluso exigiendo en algunas comunidades no solo la posibilidad de ser autónomos sino que independientes del Estado chileno, como fue cuando mi abuelo nació. Entonces, poner a un artista mapuche en algún momento va a terminar forzando una entrevista a hablar estos temas.

Y hablando de tu disco, ¿cuáles son las principales motivaciones de las creaciones que se exponen en tu EP “Hoy”?

Está basado en el amor romántico, que son los temas que me convocaron entre los 18 y los 22 años: las mujeres. Es un disco de amor profundo, de un romanticismo libertario, en el sentido de que el disco pone la tesis de que ‘tu no eres mía, eres de ti misma, yo no soy tu dueño, no se trata de colonizarnos, al contrario, se trata de que estés conmigo cuando quieres, que sea todo no forzado’. Creo que eso tiene que ver con la autenticidad, la emancipación de las personas a la hora de decidir sobre sus vidas. Y este disco habla de eso, pero sé que vienen otros que hablan otros temas más grandes, que son los que me convocan ahora, en esta etapa de mi vida.

Hablo de una primera etapa, pero eso es aun algo que todavía tengo. El no dejarme ecasillar por mi apellido en el sentido estético, porque pude haber estado haciendo música entre cultrunes y otros instrumentos típicos en peñas en donde por mi apellido tendría un muy buen público, pero no estoy acá por plata, sino que por una búsqueda espiritual.

Y sobre eso mismo ¿crees que la sociedad tiende a encasillar a los artistas? ¿cómo has visto tu experiencia personal?

Yo creo que no solo a los artistas, sino que a todas las personas. Todavía hay quienes creen que los mapuche son indios flojos que perdieron las tierras jugando juegos en casinos, todavía está esa imagen del indio flojo, cuando hoy los mapuche estamos en la universidad, estamos haciendo textos, somos intelectuales, músicos, conocidos por nuestro turismo, por nuestra comida, entonces hay mucho prejuicio. Pero no solo con los mapuche, también la gente que vive en la legua, por ejemplo, aun tiene problemas para encontrar trabajo. Si Chile es un país tremendamente clasista y eso es una de mis luchas, de decir ‘soy mapuche y estoy acá’. Me ofrecieron cambiarme el apellido cuando inicié, pero no, yo soy Antileo.

Y respecto a los temas de tus canciones, se te ha criticado que no tienen relación con lo mapuche. ¿Qué le puedes decir a esas personas?

Es lo mismo, es el cliché, el intento de clasificarte. Estoy seguro que del lado más radical mapuche creen que solo hay una estética y se niegan a la evolución, cuando es propio de mi generación rebelarse contra la estética de la generación anterior. Bueno, esta es mi propuesta de nueva estética. Porque cuando los mapuche comienzan a ponerse estos telares típicos, tiene que ver con que la industria también trajo máquinas para hacer telares y los mapuche la toman y después en pleno verano están con los ponchos porque ‘son tradicionales’, pero también habla de un cliché que no estoy dispuesto a seguir.

Y respecto a lo que está pasando en La Araucanía, ¿cuál es tu opinión?

Están pasando muchas cosas. Da mucha pena ver cómo la violencia policial es tan fuerte, la total complicidad de los medios de comunicación con el Estado, porque acá el Estado es el verdadero terrorista en la región. Niños torturados, juicios falsos sin testigos reales, fiscales de derecha descarados. Lo que está pasando con el pueblo mapuche es un acto de racismo y en eso no me pierdo, por lo mismo a través de esta entrevista mandar fuerza a la gente que está en La Araucanía.

Y sobre tu futuro ¿qué esperas?

No sabría responderte con claridad, pero lo que sí sé es que seguiré haciendo música. Lo que estoy presentando ahora no es mi disco, este es solo un EP con siete canciones y no sobrepasa la media hora, pero mi primer álbum, que serán 10 canciones nuevas, sale en octubre o noviembre y ahí si hablaré del tema mapuche, seré ácido, pero siempre conservando mi estética, no me voy a dejar clasificar. Y sobre mi futuro artístico solo te puedo decir que voy a seguir haciendo canciones.

Por Isaac Gajardo Miranda