241 mujeres en Ñuble fueron diagnosticadas de Cáncer Cervicouterino durante el 2023

 

Patología cubierta por el GES que asegura el diagnóstico, tratamiento y seguimiento, siendo el segundo con mayor incidencia en las mujeres en la Región. Por ello, desde el Servicio de Salud Ñuble (SSÑ) reforzaron el llamado al autocuidado, la prevención y a mantener los controles de salud al día.

 

El Cáncer Cervicouterino es considerado un importante problema de salud, pese a ser prevenible a través de la inmunización y la detección oportuna. En esa línea, y en el marco de la conmemoración del Día Internacional de esta patología, profesionales del SSÑ recalcaron la importancia de mantener al día los controles de salud y reforzar el autocuidado.

 

En Ñuble, según los datos establecidos por el Programa de Garantías Explícitas en Salud (GES) durante el 2023, 241 mujeres fueron diagnosticadas con esta patología. “El Cáncer Cervicouterino es el segundo de mayor incidencia entre nuestras usuarias, por lo que la prevención es fundamental para evitar su diagnóstico. Por ello, es nuestra responsabilidad como institución instar a la población a cuidarse, a través de distintas medidas, como la vacunación del Virus del Papiloma Humano (VPH), que forma parte del Programa Nacional de Inmunización de 4° y 5° año básico, mantener el Papanicolau (PAP) al día y resguardar la salud sexual”, destacó la Directora del SSÑ, Elizabeth Abarca Triviño.

 

Asimismo, la directiva indicó que, “actualmente, en la red pública de salud, a través del  PAP, se busca diagnosticar oportunamente. Es un examen totalmente gratuito, que recolecta una muestra de células descamativas de la mucosa del cuello uterino, cuyo tamizaje está dirigido a mujeres de 25 a 64 años, que deben realizar cada 3 años si los resultados son normales”.

 

Signos y síntomas

 

Jacqueline Brevis Porchile, matrona y Encargada de los Programas de Cáncer de Mamas y Cervicouterino del SSÑ, enfatizó sobre la importancia de consultar a un matrón/a o médico/a en caso de sospechas, precisando que, “en su inicio, el cáncer del cuello del útero la mayoría de las veces no presenta ningún síntoma. Al avanzar, pueden manifestarse signos y síntomas, que no les son exclusivos, tales como: sangrado vaginal después de las relaciones sexuales, entre períodos menstruales o después de la menopausia; sangrado menstrual más abundante y de mayor duración de lo habitual; flujo vaginal acuoso y con sangre que puede ser abundante y tener un mal olor; y dolor pélvico o dolor durante las relaciones sexuales”.

 

La profesional recalcó además que, “es importante mantener al día los controles con matrona o médico, que en el sistema público son gratuitos para la población inscrita/ beneficiaria. De igual manera, se deben mantener las medidas generales de autocuidado, ya que un sistema inmune fuerte cumple un rol fundamental para defendernos del virus, incluyendo el VPH. Actualmente, en los Cesfam y hospitales comunitarios del territorio existe un programa de apoyo que permite ampliar las atenciones, por lo que, si una mujer está atrasada en su PAP o tiene más de 25 años, puede acercarse a su establecimiento de salud y solicitar su hora para un control ginecológico”.

 

Cobertura GES

 

Por su parte, la Jefa de la Sección de Procesos y Gestión Garantías Explícitas en Salud del SSÑ, Andrea Hernández Sánchez, precisó que, “el Cáncer Cervicouterino está dentro de las patologías GES, lo que significa que personas de 15 años y más con un diagnóstico de tumor maligno cuyo origen está en el cuello del útero, tienen derecho a una evaluación y diagnóstico en un plazo máximo de 30 días desde la sospecha de la enfermedad, así como también a un tratamiento oportuno y de calidad, que incluye cirugía, quimioterapia y radioterapia si es necesario”.

 

“Durante el 2023, se diagnosticaron 241 casos en distintas etapas de avance, por lo que es fundamental destacar la importancia de la detección precoz para mejorar la sobrevida, la cual es posible mediante los exámenes preventivos y procesos de inmunización al día”, recalcó Hernández.

 

Lo esencial es sensibilizar a la ciudadanía sobre las necesidades de las usuarias diagnosticados con esta enfermedad, así como fortalecer la detección temprana que permite prevenir y salvar vidas.