TEXTO POR: “La Tinta Violeta
IDEAS VIOLETA: Marisole Valenzuela
“Miren cómo redoblan
Los juramentos,
Pero después del voto
Doble tormento”…
No lo digo yo, nuestra gran Violeta
ya nos alertaba, hace muchos años atrás, sobre la peligrosidad de quienes se
visten de tiernas y dadivosas ovejas para venir a ofrecer el pan, cuando en la
realidad los hemos visto en innumerables ocasiones exhibiendo sus fauces
hambrientas en el intento por apoderarse de todo derecho al que pueda acceder
el pueblo. Porque el lobo es astuto y
buscará mil formas para que el poder y los privilegios sigan perteneciendo a la
pequeña élite nacional, regional y comunal.
A muchos nos ha parecido una
contradicción ver cómo “los fieles representantes del rechazo a una nueva
constitución”, quienes también se volcaron a las calles a desvirtuar y acallar el grito de un país profundamente dañado
por las injusticias, estuvieron ahí con su verdadero discurso, tachándonos de
delincuentes, destructores de la patria y tantos otros epítetos que pudieran
hacernos decaer y poner en tela de juicio las legítimas demandas de una vida
digna para Chile, para cada uno de nosotros y nuestras familias…
Apoyados por el aparato represor,
quien, querámoslo o no, experimentó uno de los mayores excesos vistos en el
país después del genocidio de la dictadura; tanto es así, que hoy sabemos de
muchos compatriotas que debieron pagar el despertar del pueblo con sus propios
ojos mutilados, desapariciones, prisioneros políticos y tantas otras acciones
que no se borrarán de la historia reciente de nuestra nación… Seguramente aún no
ha sido posible, para nosotros, procesar este episodio, otro charco de sangre en
la memoria de un país que carga de antemano con un nutrido historial de violaciones
a los derechos humanos. De algún modo, lo anterior lleva a normalizar, e
incluso algunos osan justificar este barrial de violencia y mutilación, dejando
ver su mirada superficial ante el incontenible dolor de un pueblo que ha debido
soportar demasiados abusos e injusticia…
En Chile tenemos la costumbre de
desvirtuar las voces que se alzan para exigir lo justo, un modo de acallar y
sosegar al que ha abierto los ojos, porque pareciera no estar permitido tener
opinión divergente, sino solo rezar por los dogmas a que nos esclavizan las
grandes cúpulas del poder. Como diría Gumucio: “nadie tiene tiempo para formarse sus propias ideas, uno o dos
piensan por el resto, y el resto mira el espectáculo con el tradicional cinismo
campechano”.
La mala noticia es que la
ciudadanía despertó, aunque parezca una frase reiterativa, no puede estar ausente
de la realidad de este escrito, Chile despertó y ya no se volverá a dormir, nuestras voces están latentes y vivas. Ya
no podrán amedrentarlas con amenazas de despidos, hostigamientos o colgándonos
epítetos infantiles como: “los conflictivos”, “los resentidos”, “los
vándalos” o “los come guagua”, entre tantas otras clasificaciones que han
nacido solo para asegurarse de que mantengamos el silencio por temor a cargar
sobre nuestras espaldas los rótulos de unas supuestas “conductas reprobables”.
Pero, volviendo a la médula de
nuestro tema; ¿a qué vienen los
constituyentes del rechazo? ¿será una contradicción vital?, ¿una pérdida de
orientación de su pensamiento inmovilista?, ¿O, simple y sencillamente, la
estrategia del lobo que quiere mantener a su rebaño apaciguado para dar su
zarpazo final? Aquel golpe que dejará su
impronta y sello de desprecio hacia el pueblo y sus demandas, plasmando su
egoísta ideología en este proceso constituyente, asegurando que los beneficios
e intereses de las pequeñas élites a las que representan, no corran riesgo
alguno de perder sus gananciales, dejando así su bandera de triunfo en esta
nueva Carta magna…
Cabe preguntarnos, ¿quiénes se
sienten muy tranquilos con la presencia de los candidatos del rechazo en la conformación de la nueva
constitución política de Chile?, la respuesta parece ser muy simple: Las AFP y
sus paupérrimas pensiones; las ISAPRES y la mercantilización de la salud; las
farmacias coludidas, las alzas de productos básicos, las usuras de los bancos,
el lucro en educación, la falta de trasparencia, las cada vez menores garantías
laborales, la desmedida represión, la violencia y la abismante desigualdad
social, entre otras muchas miserias que hemos debido cargar durante tantos años
bajo el yugo de una constitución que no nos representa.
Las nuevas generaciones han venido
a rescatar nuestras causas olvidadas por indefensión aprendida, ellos han sido el
impulso para que volvamos a recuperar la voz, este 11 de abril no podemos restarnos de este proceso, es urgente
plasmar nuestro sufragio en las urnas, pero debemos votar informados, profundamente informados, apostar por
las cartas transparentes y no fallarle a nuestros jóvenes, a las abuelas y
abuelos, a nuestros padres, a nuestros compatriotas que sufrieron las dolorosos
consecuencias de un despertar colectivo.
No votemos por los que rechazan,
aquellos que dijeron a voz viva o en
silencio: “no a una nueva constitución”, y hoy son los primeros en la fila esperado
consumar su profundo repudio hacia nuestras necesidades y gritos de justicia
por una vida digna.
Violeta ya nos advirtió en su
momento: “después del voto doble tormento”; reflexionemos en las sabias
palabras de nuestra artista y visionaria, dejemos
atrás los tormentos y apostemos por un nuevo camino libre y despierto.
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