Caimanes es una localidad que se ubica en la zona precordillerana al interior de Los Vilos, en la Provincia del Choapa, región de Coquimbo; a unas 4 horas por tierra al norte de Santiago. Gracias al flujo hídrico del estero Pupío, sus habitantes se han dedicado a la actividad agrícola y a las plantaciones de atriplex, arbusto utilizado para la alimentación del ganado caprino existente en la zona.
Según un estudio realizado a la cuenca del estero, por la Dirección General de Aguas (DGA), la cuenca posee una superficie de 6.436 Ha, equivalentes al 0,2% de la región y en ella se presenta flora como el Boldo, Algarrobo, Maitén, Guayacán (árbol endémico de Chile), entre otros. Además el estudio del Ministerio de Obras Públicas, revela que la flora acuática debido al “incremento y permanencia del recurso y fauna, alcanzan a 40, con 87,5% de especies nativas y 37,5% de ellas endémicas en la región”.(1)
El año 2006, Minera Los Pelambres, propiedad del multimillonario grupo Luksic construyó con más de 250 metros de altura y más de 6 kilómetros de extensión el tranque de relave más grande de Latinoamérica, “El Mauro”, ubicado a tan sólo 8 kilómetros de Caimanes, tiene por finalidad ser un depósito de los estériles emanados por la concentración de minerales.
Según el Sernageomin, un tranque de relaves “es una obra que se construye para contener de forma segura los relaves provenientes de una planta de minerales” (2) y además agrega que “con el objetivo de proteger la salud de las personas y prevenir daños a bienes físicos y al medio ambiente deben evitar: falla del muro del tranque con vaciamiento de relaves, arrastre de relaves por efecto de lluvias intensas, filtración de aguas del relave al entorno e infiltración bajo el tranque, levantamiento y arrastre de materias finas por acción del viento”.
El Mauro contiene alrededor de 2.700 millones de toneladas de relaves tóxicos, metales como el estroncio, arsénico, óxido de silicio, plomo y manganeso se encuentran presentes en el lugar.
La Constitución Política de la República de Chile en el capítulo III, artículo 19 n° 8 habla sobre “el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación. Es deber del Estado velar para que este derecho no sea afectado y tutelar la preservación de la Naturaleza”. (3)
NIÑOS DE CANELA OPINAN SOBRE CAIMANES
Vladimir Briceño y Raúl Cifuentes son dos niños de 8 y 10 años, que viven en la comuna de Canela, ubicada a unos ochenta kilómetros del pueblo de Caimanes. Ellos conocen la difícil realidad que han tenido que enfrentar sus vecinos del Choapa.
¿Has escuchado hablar sobre Caimanes?
“Sí, en las noticias y creo que está mal porque le hacen mal a la gente, además que la contaminación hace mal, le hace mal al planeta, no me gustaría vivir en ambiente contaminado”, afirma Vladimir.
“Sí y creo que está mal porque ese sector es muy hermoso y deberían cuidarlo y no contaminarlo”, dice Raúl.
¿Cuál es tu opinión sobre la contaminación?
“Es que está muy mal porque en ese lugar vive mucha vegetación y no deberíamos contaminar eso que ya está desde hace muchos años, deberíamos de pensar que no deberíamos contaminar porque es muy importante para nosotros, porque nosotros necesitamos ese aire, esos recursos naturales que nos dan las plantas los animales”, observa Raúl.
¿Qué sentirías de vivir en un ambiente contaminado?
“Impotencia, porque los árboles no crecen, estaría todo contaminado, la gente se moriría más luego más rápido”, expone Raúl.
ENTRE LA CONTAMINACIÓN Y LA VIOLENCIA
Vivir en un ambiente contaminado y beber agua potable que posea metales, es perjudicial para la salud de los seres humanos y animales. Pero según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la etapa de la niñez es la más sensible a los riesgos de salud relacionados con el medio ambiente “en todo el mundo, el número de años de vida sana perdidos por habitante debido a factores de riesgo ambiental era aproximadamente cinco veces mayor entre los niños de 0 a 5 años que en la población general” (4).
Asimismo, la psicóloga Pamela Silva Núñez, afirma que “un ambiente hostil, con riesgo ambiental y con índices de contaminación, afectarán negativamente el desarrollo de los niños y niñas, en su dimensión biológica, psicológica y social, con efectos duraderos sobre el resto de sus vidas”.
Los niños y niñas de Caimanes, además de la contaminación, han sido víctimas de la violencia generada por las “instituciones mandadas a mantener el orden”. Los carabineros han ocupado fuerza y represión desmedida con los habitantes del pueblo, manteniendo un entorno tenso y poco apropiado para los pequeños.
¿Cómo afecta a niños y niñas vivir en una zona de conflicto?
Cristián Flores, dirigente de Caimanes nos relata su percepción.
“Psicológicamente ellos están creciendo con eso, están creciendo con rabia, ellos también andan defendiendo su pueblo, su tierra, su familia, algunos piensan que es por culpa de ellos la cosa”, expresó Flores.
El planteamiento del dirigente es similar a lo que afirma la psicóloga Pamela Silva cuándo dice que “se puede afirmar que la vida de estos/as se ve gravemente afectada por las consecuencias que dicha violencia puede provocar en su comunidad, sus familias y en ellos mismos”.
“Los niños se transforman en testigos de actos de violencia y de cambios en sus dinámicas habituales que son difíciles de explicar para su mente y afectividad todavía en desarrollo”, observó la especialista.
Existe una lista creada por la UNICEF, la cual nombra los posibles trastornos psicosociales provocados por un entorno violento, problemas como las pesadillas, la tartamudez, el insomnio, la depresión, son sólo algunos de ellos. (5)
¿Qué dice la legislación nacional?
La ley 19.300 sobre Bases generales del Medio Ambiente, la cual en su artículo 1 habla sobre “el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación, la protección del medio ambiente, la preservación de la naturaleza y la conservación del patrimonio ambiental”, además en su artículo II letra m, define un Medio Ambiente Libre de Contaminación como “aquél en el que los contaminantes se encuentran en concentraciones y períodos inferiores a aquéllos susceptibles de constituir un riesgo a la salud de las personas, a la calidad de vida de la población, a la preservación de la naturaleza o a la conservación del patrimonio ambiental”. (6)
El Código Sanitario con Decreto de Fuerza de Ley n° 725 en el título I, artículo 67, afirma que “corresponde al Servicio Nacional de Salud velar porque se eliminen o controlen todos los factores, elementos o agentes del medio ambiente que afecten la salud, la seguridad y el bienestar de los habitantes en conformidad a las disposiciones del presente Código y sus reglamentos”. Con respecto al agua potable y a la contaminación de la misma, afirma en el título II, artículo 73: “prohíbase descargar las aguas servidas y los residuos industriales o mineros en ríos o lagunas, o en cualquiera otra fuente o masa de agua que sirva para proporcionar agua potable a alguna población, para riego o para balneario, sin que antes se proceda a su depuración en la forma que se señale en los reglamentos.” 7
Situación diferente es la que han tenido que vivir los lugareños de Caimanes, sobretodo porque el tranque El Mauro ha sido el causante de la contaminación del agua potable para la población, se destruyeron alrededor de 140 sitios arqueológicos y se exterminó la biodiversidad que alojaba en la cuenca del estero Pupío.
La ley, además, es explícita cuando habla de la contaminación ambiental señalando en el título IV, artículo 89 letra a: “la conservación y pureza del aire y evitar en él la presencia de materias u olores que constituyan una amenaza para la salud, seguridad o bienestar del hombre o que tengan influencia desfavorable sobre el uso y goce de los bienes. La reglamentación determinará, además, los casos y condiciones en que podrá ser prohibida o controlada la emisión a la atmósfera de dichas substancias”. (6)
REALIDAD DE LA CONTAMINACIÓN EN CAIMANES
En el año 2012 los habitantes de Caimanes solicitaron al Dr. Andrei Tcheernitchinas, quien era presidente de la comisión Medioambiental del Colegio Médico, realizar un estudio para analizar el grado de contaminación que estaba presente en el suministro de agua potable, producto del tranque de relave El Mauro.
El doctor Tcheernitchinas accedió a la petición y tomó muestras en las aguas del Río Choapa y en el estero Pupío, encontrando alteraciones de minerales tóxicos. (8)
Según la Norma de calidad del agua potable NCH 409/1, el agua potable es aquella “que cumple con todos los requisitos físicos, químicos, bacterológicos y de desinfección establecidos en la norma NCH 409/1 que aseguren su inocuidad y aptitud para el consumo humano” (9). En dicha norma, también se definen los contenidos mínimos de bacterias o residuos minerales que debe tener el recurso hídrico para el consumo humano.
Los resultados de las muestras tomadas por doctor Tcheernitchinas eran impresionantes, las cantidades de manganeso exceden la norma Chilena en casi 100 veces en un sector del estero, el agua potable contenía mercurio y “se pasaba en un 20% de la norma para el consumo de agua potable” afirmaba el profesional.
Todo esto ocurre porque el tranque de relave filtra metales tóxicos a las napas subterráneas, de donde proviene el agua destinada para beber y para riego.
Ese mismo año, el tribunal ordenó a la Policía de Investigaciones confirmar los datos a través de un informe pericial. Se tomaron muestras sin aviso previo en los sedimentos del estero Pupío, alrededores de la localidad de Caimanes, en un pozo de minera Fraga y en una casa particular. Los resultados verificaron los datos entregados anteriormente por el Doctor Tcheernitchinas (10). Las muestras debieron tomarse sin aviso previo, ya que cuando se daba aviso la minera hacía una especie de “limpieza del lugar” para que no se encontraran contaminantes.
Tanto los estudios realizados por el Dr. Andrei Tcheernitchinas como por la Policía de Investigaciones arrojaron resultados similares, mientras que el Seremi de Salud, “institución competente” en el caso, y minera Los Pelambres sostenían que no existe contaminación en el sector, a pesar que los resultados sobrepasaban la norma chilena.
La OMS tiene un manual sobre los contenidos de metales que debe tener el agua para que sea potable, por ejemplo, recomienda que la cantidad de arsénico presente en el agua potable -debido a su efecto cancerígeno- debe ser de un 0,01 mg/litro. Chile adoptó esta medida en el año 2005. (11)
¿Cuáles son los peligros de consumir agua contaminada con metales para niños y niñas?
Valeria Young Paz, médica cirujana, afirma que “en cuanto a la contaminación de las aguas, el gran problema es que la acumulación de metales pesados y el consumo de éstos producen un efecto acumulativo. Entonces los niños, al estar expuestos más años a la contaminación, con mayor razón pueden desarrollar efectos adversos”.
“Y además, como están en crecimiento, se podrían producir trastornos del desarrollo”, advierte.
Lo que pasa con los metales es que como el efecto es acumulativo, “al llegar a un nivel en que las células no alcanzan a detoxificar (limpiar el organismo de toxinas) el nivel del compuesto del metal, las células se comienzan a morir y, por eso hay manifestaciones a diferentes niveles del organismo. A la larga podría reducir la expectativa de vida porque no tendrían un estado óptimo de salud para crecer”, explica la experta.
Cristián Flores, dirigente de Caimanes, nos comenta que en cuanto se dieron cuenta que el agua estaba siendo contaminada, comenzaron a comprarla.
Flores afirma que los niños y niñas están conscientes del nivel de contaminación que se está produciendo en su pueblo y que, por culpa de la minera, ya no podrán bañarse en el río. No obstante, aclara que “no hemos tenido la opción de hacerle exámenes a los niños para saber concretamente si tienen o no metales pesados en el cuerpo”.
¿Son los niños y niñas los más afectados?
Según la Dra. Young; “Los niños y niñas son los más vulnerables, porque están en crecimiento, entonces todo les afecta más”.
“Dentro de las enfermedades que pueden presentar son; alteración a nivel del sistema nervioso central con secuelas neuro conductuales, tendencia a la agresividad. El manganeso puede provocar parkinson o demencia, el cadmio se acumula en los huesos y produce dolores óseos, y el arsénico produce enfermedades respiratorias, a la piel y en algunos casos cáncer. Por lo tanto, es una situación bastante compleja”, afirma Valeria Young.
Similar fue lo ocurrido en el pueblo de Andacollo, ubicado a 54 kilómetros de La Serena, en donde el nivel de contaminación al que estaban expuestos los niños del lugar llevó al dr. Daniel Moraga a realizar investigaciones con respecto al tema, tomando muestras de uñas, pelo, sangre y biopsias. Estudios revelaron el gran contenido de contaminantes presentes en las muestras.
Los estudios en Andacollo evidenciaron que los metales son causantes de enfermedades neurológicas, neuropsicológicas, niños con problema de aprendizaje y motricidad. (12)
El agua, la salud, la educación y vivir en un ambiente libre de contaminación son derechos inalienables del ser humano, por lo tanto Caimanes está exigiendo lo que les pertenece.
“Es importante para el sano desarrollo de los niños y niñas, desde la gestación misma hasta la adultez, el vivir en un medio ambiente sano y libre de contaminación, entendiéndose como medio ambiente todos los espacios en los que el niño se desenvuelva. Y no sólo es importante, sino que está garantizado por ley”, afirma Pamela Silva, Psicóloga.
BIBLIOGRAFÍA
Por http://focosocial.cl/
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