Son
más de 30 años de gobiernos herederos del modelo instalado por la dictadura. A
partir del 18 de octubre del 2019 el pueblo se tomó las calles, los barrios,
las poblaciones del país haciendo muestra del repudio a todo ese orden
político, a esa casta política, a la clase social que los financia y que nos ha
expropiado derechos y calidad de vida por tantos, tantos años.
Frente
al terror de perder sus privilegios y desmantelar su república, la élite diseñó
un pacto que no afecta para nada su posición privilegiada. El gobierno y los
partidos mal llamado de oposición, suscribieron el “Acuerdo por la Paz Social y
la Nueva Constitución”, un “balón de oxígeno” que salvó a un Piñera moribundo,
además de validar un paquete legislativo para “recuperar la paz social”.
A
través de políticas represivas, criminalizadoras y autoritarias, se ha
permitido a las fuerzas policiales violar de forma grave, masiva y sistemática
los Derechos Humanos del Pueblo chileno, migrante y del wallmapu, ejerciendo,
inclusive, la violencia política sexual hacia las mujeres que luchan. Hay
censura a los medios de comunicación populares y persecución al periodismo
investigativo. Además, el régimen ha mantenido a muchos de lxs nuestrxs en
prisión política, quienes solo han hecho uso de su derecho legítimo de
organizarse y manifestarse. En rigor hoy ya no podemos seguir hablando de una
democracia, ni siquiera de falsa democracia.
Estamos
frente al avance de un Estado policial bajo el manto sanitario. Éste ha hecho
más evidente la profundidad de la injusticia que ha construido todo un sistema
de dominación. Hoy se acentúa a niveles esclavizantes la doble explotación de
la mujer en pandemia, sosteniendo la vida, haciéndose cargo de labores
productivas, reproductivas y de cuidados a otras personas, ante la
invisibilización de un sistema patriarcal que lo adorna y no lo considera
trabajo.
Frente
a una mayoría que ve cómo el vivir se hace más cuesta arriba y la restricción
de libertades es pan de cada día, la concentración de la riqueza y los
privilegios de todo orden en manos de unas pocas familias es cada vez más
violenta. Estamos frente a una acentuación de todos los mecanismos de
dominación. Ya no podemos hablar de un
sistema que sólo explota bajo una lógica productiva. El capitalismo ha
impregnado todos los ámbitos de la vida, ha construido subjetividad y valores
morales que fortalecen su lógica depredadora y violenta. El capitalismo se ha
profundizado en una sociedad desigual, racista y patriarcal, haciendo de una
clase reducida la controladora y usurpadora de la vida y de la muerte,
impidiendo por todos los medios que los pueblos de forma organizada superen y
derriben este sistema de opresión y explotación.
Hoy,
a pocos días de una elección de constituyentes como territorios organizados,
populares y soberanos comunicamos que, sin necesidad de conformar una
convención constitucional, sin tener reconocimiento de esa institucionalidad
criminal y que avala toda la dominación, seguimos avanzando con el firme
objetivo de constituirnos como sujeto político, con un proyecto propio frente a
esta realidad que seguirá en crisis, inclusive con una nueva constitución.
Comprendemos la profundidad histórica de la crisis que estamos viviendo,
comprendemos los ajustes que el sistema de dominación está operando en este
tiempo. Comprendemos que la República que hoy trata de salvar la casta política
se sigue perpetuando con muertes, mutilaciones y violaciones. No estamos
dispuestos a ser cómplices de este sistema.
Ante
lo anterior, nos declaramos en abierto y completo antagonismo con este sistema
de dominación y rechazamos con fuerza el mal llamado proceso constituyente
convocado por Piñera y la élite política de siempre. Como organizaciones no
seremos parte de su proceso constituyente cuando este nace de acuerdos espurios
al margen de la voluntad popular. Exigimos la liberación de lxs presxs
políticos, la salida de Piñera y toda la podredumbre corrupta en el poder,
juicio y castigo a los violadores de DDHH.
El poder popular comunitario es nuestra principal fuente para
cambiarlo todo y su origen se basa en los valores propios de nuestra clase
trabajadora, de la historia de nuestro pueblo, como son la solidaridad, la
dignidad, el apoyo mutuo, la colaboración y la creatividad.
La
mayor responsabilidad que tenemos por delante es la organización y la lucha
incesante por las demandas, por la construcción de un proyecto de
transformación radical.
Por
ello hemos conformado un nuevo referente político social (RPS) con
la firme convicción de que somos nosotros, nosotras, el pueblo oprimido y
trabajador el que tiene la posibilidad de proponer y concretar una nueva forma
de vida para todos y todas.
Levantaremos
un trabajo permanente en torno a la recuperación de la soberanía sobre nuestras
vidas, lo que implica:
1.
Recuperar
los bienes naturales de uso común.
2. Luchar por una
infancia libre y una educación real para el pueblo.
3. Exigir soluciones
inmediatas para enfrentar la crisis económica y sanitaria rechazando toda medida
que salga de los bolsillos del pueblo trabajador.
4. Apoyar el
fortalecimiento de un feminismo autónomo y desde los territorios que aspire al
derrocamiento del patriarcado
5. Exigir el término
de la represión y la prisión política.
6. Construir un
camino político propio y evidenciar la ilegitimidad del sistema político.
7.
Apoyar
irrestrictamente la lucha de los pueblos por su autodeterminación.
Una nueva sociedad no surgirá (y mucho menos se sostendrá) sobre
un simple proceso constitucional y una nueva constitución, es necesario construir
colectivamente un proyecto que levante un nuevo horizonte, siendo necesaria la
unidad, la cohesión y la lucha en torno a las demandas inmediatas,
pero también, en torno a un proyecto de vida que rompa con todo el orden establecido. Nada ni nadie detendrá la unidad del pueblo.
Llamamos a avanzar en articulación y en el ejercicio
del poder popular comunitario. Es hora de construir
unidad y organización para llegar a un Gran Congreso por la unidad
política social del pueblo, donde definamos nuestro proyecto de vida, de país,
de sociedad.
¡La rebelión
iniciada hace un año y medio atrás debe madurar hacia un proceso
revolucionario!
FRENTE A SU CAMPAÑA ELECTORAL NUESTRA CAMPAÑA ES DE
LUCHA
CON EL PODER DEL PUEBLO OPRIMIDO, ¡VAMOS
POR TODO!
¡FUERA PIÑERA, QUE SE VAYAN TODOS!
Mayo, 2021
asambleas territoriales y organizaciones
populares articuladas en referente político social - RPS
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