El plan laboral de Kast: ofensiva patronal y profundización del modelo de explotación

 Declaración de la Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas (AIT)

 

El plan laboral del futuro gobierno de José Antonio Kast constituye una ofensiva directa del capital contra la clase trabajadora. No es una propuesta técnica ni un conjunto de ajustes administrativos, sino un programa orientado a profundizar la explotación, debilitar la organización sindical y asegurar la dominación del empresariado sobre el trabajo.

 

Este plan no surge de la nada. Es la continuación lógica del modelo impuesto desde hace décadas, administrado por los distintos gobiernos del bloque en el poder y hoy llevado a una fase más agresiva. Kast no ha inventado el camino, más bien lo recorre sin frenos ni discursos conciliadores, expresando de forma abierta lo que el bloque en el poder siempre ha buscado.

 

Trasladar todos los costos al trabajador.

 

La indemnización financiada con ahorros individuales no es una mejora, sino una expropiación encubierta. El despido deja de ser una responsabilidad del patrón y se transforma en un problema que el propio trabajador debe financiar. Se legaliza así el despido libre, barato y permanente.

 

Esta medida busca imponer la idea de que el trabajador debe asumir como normal la inestabilidad, vivir bajo amenaza constante y agradecer cualquier forma de empleo, por precaria que sea. El objetivo no es proteger el trabajo, sino mantener bajo constante temor a la clase trabajadora.

 

Flexibilidad laboral como método de desarme de la clase.

 

Los contratos por horas, las jornadas parciales y la supuesta “libertad de pacto” no responden a las necesidades de los trabajadores, sino a las del capital. En una relación profundamente desigual, hablar de acuerdos libres es una mentira funcional al patrón.

 

La flexibilidad cumple una función política central; romper la comunicación entre las y los trabajadores, impedir la organización estable, debilitar los sindicatos y aislar a cada trabajador frente al empleador.

 

El Estado al servicio del patrón.

 

La reducción del rol de la Dirección del Trabajo confirma una vez más que el Estado burgués no está diseñado para defender a quienes viven de su trabajo, sino para garantizar la reproducción del viejo orden existente. La fiscalización sólo se tolera mientras no afecte la rentabilidad empresarial.

 

Con esta medida se profundiza la impunidad patronal y se golpea con mayor fuerza a los sectores más explotados, que ya viven en condiciones de extrema vulnerabilidad.

 

Pensiones como saqueo prolongado de la vida laboral.

 

El fortalecimiento del sistema de AFP reafirma un modelo basado en el saqueo permanente del salario, incluso después de terminada la vida laboral. El trabajador financia su propia vejez mientras el capital financiero se apropia de esos recursos para su acumulación.

 

Este sistema no busca garantizar pensiones dignas, sino asegurar negocios estables a costa de la miseria futura de millones de trabajadores.

 

No concebimos el plan laboral de Kast como el problema de fondo, sino una expresión que profundiza el mismo proyecto que otros sectores han administrado con lenguaje más amable. El avance de estas políticas ha sido posible gracias a años de desmovilización, promesas incumplidas y llamados a confiar en instituciones que están al servicio de los dueños del país.

 

Los oportunistas que en el periodo que se avecina se presentarán como alternativa frente a Kast, son los mismos que administraron la miseria  y la precariedad todos estos años, debilitaron la organización sindical y canalizaron el descontento hacia salidas institucionales e inofensivas para el poder económico de los ricos.

 

Desde la AIT sostenemos que no existe salida para la clase trabajadora dentro de este modelo de explotación. Ninguna reforma parcial ni ningún cambio de administración resolverá las condiciones materiales de la clase trabajadora.

 

La única defensa real frente a esta ofensiva es el rearme y la retoma de la iniciativa política de las y los trabajadores, la organización, la reconstrucción de sindicatos clasistas y combativos, la coordinación entre trabajadores de distintos sectores y la disposición a confrontar tanto a los intereses de la clase enemiga, como al sindicalismo burocrático y servil a la patronal, que en este nuevo escenario tratará de cooptar aún más al movimiento sindical, para decantarlo una vez más a los intereses electorales futuros del reformismo.

 

La precariedad y la explotación continúan..¡La Clase Trabajadora Se Rearma!

 

Asociación Intersindical de Trabajadores y Trabajadoras Clasistas – AIT

 

Diciembre 2025.