07 de marzo de 2017 - 12:03 - Por Luis Leonel León
El protagonista es un periodista que ante la amenaza de quedar desempleado se inventa una historia que se vuelve una gran noticia y lo convierte en una estrella de su comunidad
MIAMI.- Tomás Alzamora, más conocido como Fourd, es un joven cineasta y rapero chileno, cuyo primer largometraje de ficción, la comedia negra La Mentirita Blanca, tendrá su estreno mundial en la 34 edición del Miami Film Festival.
Aunque desde muy joven se dio a conocer como rapero, a los diecisiete años rodó su primer cortometraje en Francia. Un año después realizó sus primeros videoclips en Nueva Zelanda. En 2010 comenzó a estudiar cine en la Universidad de las Artes, Ciencias y Comunicación (UNIACC), especializándose en dirección de fotografía y montaje. Ha dirigido videoclips para los raperos chilenos Ana Tijoux, Hordatoj y Jonas Sanche. Siendo estudiante, su dirección de fotografía en el cortometraje Las cosas simples, rodado en 16mm, fue laureada en el Grand Prix en el Clermont-Ferrand International Short Film Festival. Actualmente se encuentra preparando su segundo largometraje.
DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con Tomás Alzamora sobre La Mentirita Blanca, que se exhibirá este miércoles 8 de marzo a las 9:30 p.m. y el sábado 11 a la 1:30 pm en el Regal South Beach Cinemas.
El protagonista de La Mentirita Blanca es un periodista que ante la amenaza de quedar desempleado se inventa una historia, una “mentirita blanca”, que se vuelve una gran noticia y lo convierte en una estrella de su comunidad.
Escena de la cinta chilena "La mentirita blanca", del director Tomás Alzamora. CORTESÍA
¿Cuánto de esta historia siente en la prensa actual?
Todos los días lo siento. En mi pequeño pueblo, en mi país y en el mundo entero. No necesariamente que inventen las noticias, pero sí cómo las manejan, editan y publican a conveniencia de algunos. Este fue uno de los puntos que más me llamó la atención al momento de empezar a escribir la historia. Esta pequeña anécdota de un pueblo tan pequeño se replicaba en todo el mundo y en todas las escalas.
El protagonista deberá decidir si confiesa o no su mentira, jugándose mantener la fama o retornar a la integridad. ¿Busca con el filme responder a la crisis ética mundial que también afecta al periodismo?
Efectivamente, no sólo al periodismo sino a todos los trabajos y a todas las cosas que hacemos en la vida. No debemos corrompernos. No podemos perder tan fácil nuestros valores ni alejarnos de la educación que nos entregaron en casa. Debemos, al menos, intentar ser fieles y consecuentes con lo que somos. Puede ser difícil en estos tiempos, pero al menos debemos intentarlo.
¿Algún diario o periodista le inspiro en particular?
Todo nace de la realidad. No puedo revelar la fuente, pero tengo un amigo muy cercano que trabajaba para un diario de la región y me contó que ahí pasaba lo que cuenta el filme, que no tenía contenido y tenía que llegar al periódico diariamente con notas. No podía perder su trabajo, así que se veía obligado a inventarlas. Ocupaba al círculo de amigos, para inventar declaraciones o entrevistas. Y todo nació desde ahí.
¿Por qué eligió al popular comediante Rodrigo Salinas para el protagónico?
Vi todas sus películas y ninguna me gustaba del todo, pero aún así siempre lo encontré muy atractivo físicamente, con un look único. Siempre pensé que podía dar más de lo que estaba dando. Me preguntaba cómo sería verlo serio, sin tanto chiste fácil. No lo conocía, pero a pura fe escribí el guion pensando siempre en él. Lo configuré psicológicamente para su cuerpo, su backstory. Fue un desafío porque él venía de otro tipo de cine, mucho más histriónico, con un lenguaje televisivo. Pero lo entendió muy rápido y no me equivoqué. Rodrigo es un capo, único, creativo, dispuesto y estoy muy agradecido de poder haber trabajado con él y que haya aceptado el papel.
¿Quién nació primero, no sólo en la práctica sino también en sus anhelos, el cineasta o el Dj?
Primero fui rapero. Hacía mis letras y producía mis canciones desde los doce años. Hice seis discos y donde yo vivía no habían Djs. Quería scratch en mis canciones y tuve que empezar a hacérmelos yo mismo. Un tío me regaló un tocadiscos y junté plata para comprarme una mezcladora. Grabé mis scratchs y canciones, y luego llegó sola otra necesidad: los video clips. No había nadie que me grabara y ahí tomé mi cámara de fotos pequeña y me puse a grabar. Finalmente fueron necesidades que me llevaron a ser lo que soy, siempre ligado al rap, que me ha acompañado desde los nueve años.
¿Cómo le ha ayudado ser Dj en su trabajo como cineasta?
Me ha ayudado sobre todo a conocer gente. Conozco muchos artistas, músicos, mánagers, actores, de todo. Y cuando te ven emprender un nuevo proyecto, todos te apoyan y te tiran buenas energías. Soy afortunado de haber podido rodearme de gente hermosa en el mundo del arte y que siempre tiene una palabra de apoyo para entregar.
¿Cómo ha cambiado en Chile la mentalidad en cuanto a las artes tradicionales y los nuevos géneros y caminos de expresión?
Ha cambiado mucho. Antes era muy difícil vivir de las artes. En Chile los artistas eran visto como locos, o descarrilados, o como la oveja negra de la familia. Casi era un chiste. Me acuerdo cuando me ponía mis primeros pantalones anchos y mi jockey para atrás, bien rapero, y me miraban con cara de delincuente, o que andaba vestido como payaso y bla bla bla. Hoy vivo de la música rap y del cine, y recorro el mundo gracias a eso.
¿Es posible apartar al Dj del cineasta?
Es imposible separarlos. Soy una sola persona y soy lo que soy aquí y allá, o donde me pongas. Es mi pulso. Me gusta mucho la música, me gusta que la gente baile y lo pase bien, me gusta alegrar. No sé si lo hago bien, pero hay mucho amor en todo lo que hago. Un amor infinito.
Rodó la película en San Carlos, su pueblo natal. ¿Por qué filmar ahí y no en otra parte?
Era mi sueño. Es mi hábitat natural. Quería mostrarle al mundo el pueblo que me formó. Gracias a ese universo soy lo que soy. Cuando que me fui de ahí para estudiar lo valoré más. Era mágico, el tiempo estaba detenido, y la realidad era más increíble que la ficción. No podía dejarlo. Ahí están todos mis amigos conocidos y todo mi pueblo que tiene un corazón enorme. Filmar en ciudades grandes es distinto, te cobran por todo, nadie quiere participar, la gente anda apurada. En San Carlos es distinto, todo el mundo quería participar, con una disposición enorme. ‘Ocupa mi casa, ocupa acá, tengo aquí para que vayas a filmar, vayan a cenar con nosotros’, me decían constantemente. No me equivoqué y creo que volveré a filmar ahí.
¿Qué lo llevó a utilizar en roles secundarios a personas sin ninguna experiencia en la actuación?
Los que no son actores te dan cosas que jamás te dará un actor. Sus caras, arrugas, manos, dentadura, forma de hablar. Aunque hagas ensayar a los actores más de un mes, siempre estarán actuando. Los que no son actores son únicos y en cada toma te pueden sorprender. Es un riesgo, pero fue muy hermoso. Le da textura a la película y también ayuda a los actores a que se vean más inmersos en el universo. Siento que todos se potencian y que me fue bien. Al menos lo pasé bien, podría haber sido peor. Lo mejor es que los haces soñar. Hay gente que nunca ha sido tomada en cuenta por nadie, y que se preocupen por ellos, que los hagas ser parte de algo, los hace sentirse valorados. La gente me agradecía por esta oportunidad. Eso me llenaba el corazón. Creo que nunca lo dejaré de hacer.
Para hacer la película realizaron una campaña de crowdfunding donde reunieron más de 30 mil dólares. ¿Es cierto que comenzaron a filmar en medio del proceso de crowdfunding [recaudación de fondos]?
Sí, nos lanzamos al rodaje de la película sin el crowdfounding terminado. Fue una campaña muy osada, pero muy trabajada y bien pensada. Y nunca perdimos la fe en que podía cautivar y en que de alguna manera íbamos a arreglarnos. Eran muchas más las ganas de filmar que el dinero. Gracias a la gente que compartió nuestra campaña logramos superar la meta en un 66% de lo que originalmente pedíamos. Quedamos sorprendidos y muy agradecidos de cómo funcionó. Cuando haces las cosas de corazón, con trabajo duro y buenas energías, es muy difícil que las cosas salgan mal. Y si algo sale de otra manera, siempre es para mejor.
La mentirita blanca tendrá su estreno mundial este miércoles, 8 de marzo a las 9:30 p.m. en el Regal 17 South Beach Cinemas.
Publicado por http://www.diariolasamericas.com
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